Domingo 26 de mayo: Recién aterrizado de mi viaje por Islas Griegas y Turquía (próxima entrada), nos planteamos la subida a esta bella montaña, uno de los primeros tresmiles occidentales de la Cordillera Pirenaica. Hacía muchos años que no la ascendía con esquís y, durante este año, me lo había planteado en varias ocasiones, aunque su orientación este, las grandes cantidades de nieve recibida y la exposición a las avalanchas me hacían posponerlo a mejores condiciones. Ahora era el momento, un fin de semana en el que la nieve estaba totalmente asentada, no demasiado caluroso y con un rehielo nocturno excepcional para preparar un paradisiaco descenso y unas condiciones óptimas de subida. Estamos a las puertas de junio y las condiciones son prácticamente invernales. El sábado a la noche me reúno con Pablo, Ibón y Jon para poner rumbo a Sallent de Gallego y pasar noche en la acogedora casa de Ibón (muchas gracias por la acogida). Al día siguiente, bastante temprano, preparamos los "titos" y tiramos al Balneario de Panticosa para comenzar la subida al Garmo Negro. El día promete, mucho sol, buena nieve y temperaturas no demasiado elevadas.
Un grupo de montañeros recorren la canal ancha camino de la parte final del Garmo Negro. Fotografía sacada desde el Pico Foratulas un mes antes
Itinerario del día
En primer lugar pongo los gráficos y el recorrido sacado del GPS:
Track representado en Google Earth
Gráfico de ascenso y descenso (casi 1500 metros de desnivel)
Comenzamos un rápido porteo por el bosque hasta que alcanzamos la "Mallata baja", donde nos calzamos los esquís tras subir un poquito más (40 ´ a 2.000 m). La nieve está dura y progresamos con cuchillas. Desde aquí, el manto ya es continuo y, en muy poco tiempo, por suave pendiente salpicada de pinos, alcanzamos la "Mallata alta", buen lugar donde contemplar las montañas de la vertiente opuesta subidas durante este invierno y primavera (1h 30 ´a 2.220 m).
Amanece sobre los Dientes de Batanes
Ibón, Jon y Pablo saliendo del bosque. En este momento, calzábamos esquís
En frente, Garmo Negro y Aguja de Pondiellos. Una suave pendiente, salpicada por pequeños pinos, nos separan de la Mallata Alta
Llegando a la Mallata alta. Ya divisamos el collado que separa las cimas de Argualas y Garmo
Dirección SO, seguiremos por la evidente vaguada ganando poco a poco altura. En este punto, detectamos como la nieve comienza lentamente a transformar sólo en aquellas zonas con mayor exposición al sol. Una vez salimos de la vaguada, tomamos dirección NO, ladeando por debajo del Argualas, hasta alcanzar la amplia canal (la pendiente aumenta) que nos lleva al collado que separa las cimas de Argualas y Garmo Negro (3 h:15 ´ a 2.850 m).
Al fondo, de izquierda a derecha, picos de Bacias, Brazatos, Tablato y Foratulas
Subiendo por la vaguada en dirección SO. De telón de fondo, Serrato, Xuans, Batanes, Bacías y Brazatos
Una marmota. Cada vez más acostumbradas a la presencia humana
La pendiente aumenta camino de la canal ancha
No estamos solos. Otros montañeros han optado por esta acertada opción
Llegada al collado. Al fondo, a la izquierda, asoma el Vigñemale
Al fondo, Astazus, Monte Perdido y Taillon
Ahora toca atacar la fuerte pendiente de la pala final de la montaña que tenemos que ascender con crampones y esquís a la espalda. La subida es bastante fuerte y la nieve está bastante congelada, así que progresamos con mucho cuidado para no resbalar. En 3 h 45 ´ aproximadamente nos ponemos en la cima de esta espectacular atalaya a 3.064 m. Sacamos unas fotos, picamos algo y disfrutamos de las bellas montañas que rodean el Valle de Tena. Desde la cima, aunque la nieve todavía no había transformado la pala final (no lo haría en todo el día), nos fijamos los esquís y comenzamos un glorioso descenso hasta el punto de partida. Los primeros metros cercanos a la cima exigían cierta habilidad y cuidado con los giros pero después la nieve se reblandecía algo más y nos preparaba un terreno inmejorable para disfrutar de otro de los mejores descensos de la zona del Balneario.
Los Infiernos
Pala final desde la cima
Argualas y Algas
El Midi d´ Ossau
Bien de nieve para acabar el mes de mayo
Atómico Pablo llegando a la cima. Al fondo, el Pirineo más occidental todavía a tope de nieve
Foto que nos sacaron en la cima. Con Jon, Pablo y otro Pamplonica que estaba por allí
Jon llega a la cima
Una vista atrás antes de acometer el descenso. El día invitaba a estar allí arriba
Comienza lo mejor, el descenso
Gran día de esquí y montaña en buena compañía que rematamos con una buena comida en casa de Ibón. Maitane nos había preparado un buen "perolo" de ajuarriero que disfrutamos regado de buen vino (muchas gracias Maitane).
La primavera llega al valle
Pablo el explorador. Buscaremos nuevas montañas
Hasta próximas aventuras. Nos vemos en la montaña
2 comentarios:
Buenas fotos Sebas, como siempre. A ver si se empieza a ver alguna piada de escalada... Por cierto el vietnamita del final me suena.
Saludos
Muchas gracias Oscar. No te creas, ya tengo ganas de catar la roca. Pero ya sabes, este largo invierno nos está regalando nieve para rato.
Saludos
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